Según Hernández (1994) en el mercado existen palas de distintos pesos y tamaños, adaptables a la edad de los participantes. En este apartado es necesario advertir que lo importante es seleccionar la pala de acuerdo con nuestra condición física y el nivel de juego, teniendo muy en cuenta que podamos moverla cómodamente, con fuerza pero con rapidez. Debe ser lo suficientemente consistente para pegar y aguantar los golpes de la pelota.
Algunos colocan un pequeño cordel en el pomo por el que pasan la mano para evitar que la pala golpee a alguien si se nos escapa (Gutiérrez y cols., 1992).
Según Barbero (2000) existen muchas clases, formas, tamaños y pesos de palas, y en cada especialidad varia el tipo de pelota empleada dependiendo de la clase de pala que utilicemos y del objetivo que busquemos. Para el autor, la mayor parte de las palas son de madera maciza de haya, existiendo muchas casas comerciales que han adaptado sus pesos y tamaños al trabajo con niños a partir de los 10 años.
Según Ortí (2004) se pueden encontrar múltiples tipos de palas en función de la forma y materiales a partir de las cuales han sido realizadas. Cada tipo de palas requerirá una pelota especifica así, las palas de madera pueden utilizar las pelotas de tenis mientras las palas confeccionadas con panel utilizaran pelotas de foam o de material similar.
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